Conocer el estado en que se encuentra la igualdad de género en el cine nacional fue la premisa para elaborar este exhaustivo informe firmado por Fátima Arranz, Pilar Aguilar, Javier Callejo, Pilar Pardo, Inés París y Esperanza Roquero.
“Este premio es el reconocimiento a un trabajo que tiene un enfoque sociológico, lo que es muy novedoso en este área”, dice Arranz.
A principios de 2007 se inició una investigación a través del análisis de películas y conversaciones con numerosos directores/as, y la respuesta es clara: existe discriminación porque el texto recoge que, entre 2000 y 2006, sólo el 10% de los cineastas eran mujeres, porcentaje que para el caso de las guionistas fue del 15% y del 10% para las productoras.
“Y la tendencia no es alentadora porque los datos no han variado mucho. Si hoy se repitiera la investigación, la diferencia sería mayor. En términos relativos, cada vez hay menos mujeres jóvenes directoras que hombres porque no se han puesto en marcha acciones positivas potentes para que la situación cambie. A nuestro cine le resultaría de gran ayuda que los productores comprendieran que hay otra forma de entender el mundo y las relaciones”, añade Arranz.
La escasa representación femenina en el audiovisual nacional se confirma en este libro. “Si sólo hay una mirada, el audiovisual se queda cojo, solo hay sobrerrepresentación femenina en los sectores de maquillaje, peluquería y vestuario”.
El próximo 26 de mayo en la sede de la Academia se entregará este galardón que lleva el nombre de Ricardo Muñoz Suay (Valencia, 1917-1997), uno de los intelectuales, críticos, cineastas e investigadores más importantes de España.
Ricardo Muñoz Suay (Valencia, 1917-1997), desarrolló una influyente, notable y variada carrera cinematográfica, desde guionista hasta crítico, responsable cultural y hombre de industria, en una trayectoria que se inició a principios de los años treinta. Vinculado al PCE hasta 1962, sufrió cinco años de cárcel a comienzos de los cuarenta. En la República, el crítico Juan Piqueras le introdujo en el ambiente cinematográfico valenciano, y en la posguerra entró en la distribuidora Edici. Trabajó con Bardem, con Berlanga y con Benito Perojo; fue responsable de la refundación de la productora UNINCI, con la que coprodujo Viridiana (Luis Buñuel, 1961). Fue columnista semanal en Fotogramas y corresponsal en España de Cinema Nuovo; fundó y dirigió la Filmoteca Valenciana, fue académico de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y de la de San Fernando y obtuvo la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
“Este premio es el reconocimiento a un trabajo que tiene un enfoque sociológico, lo que es muy novedoso en este área”, dice Arranz.
A principios de 2007 se inició una investigación a través del análisis de películas y conversaciones con numerosos directores/as, y la respuesta es clara: existe discriminación porque el texto recoge que, entre 2000 y 2006, sólo el 10% de los cineastas eran mujeres, porcentaje que para el caso de las guionistas fue del 15% y del 10% para las productoras.
“Y la tendencia no es alentadora porque los datos no han variado mucho. Si hoy se repitiera la investigación, la diferencia sería mayor. En términos relativos, cada vez hay menos mujeres jóvenes directoras que hombres porque no se han puesto en marcha acciones positivas potentes para que la situación cambie. A nuestro cine le resultaría de gran ayuda que los productores comprendieran que hay otra forma de entender el mundo y las relaciones”, añade Arranz.
La escasa representación femenina en el audiovisual nacional se confirma en este libro. “Si sólo hay una mirada, el audiovisual se queda cojo, solo hay sobrerrepresentación femenina en los sectores de maquillaje, peluquería y vestuario”.
El próximo 26 de mayo en la sede de la Academia se entregará este galardón que lleva el nombre de Ricardo Muñoz Suay (Valencia, 1917-1997), uno de los intelectuales, críticos, cineastas e investigadores más importantes de España.
Ricardo Muñoz Suay (Valencia, 1917-1997), desarrolló una influyente, notable y variada carrera cinematográfica, desde guionista hasta crítico, responsable cultural y hombre de industria, en una trayectoria que se inició a principios de los años treinta. Vinculado al PCE hasta 1962, sufrió cinco años de cárcel a comienzos de los cuarenta. En la República, el crítico Juan Piqueras le introdujo en el ambiente cinematográfico valenciano, y en la posguerra entró en la distribuidora Edici. Trabajó con Bardem, con Berlanga y con Benito Perojo; fue responsable de la refundación de la productora UNINCI, con la que coprodujo Viridiana (Luis Buñuel, 1961). Fue columnista semanal en Fotogramas y corresponsal en España de Cinema Nuovo; fundó y dirigió la Filmoteca Valenciana, fue académico de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y de la de San Fernando y obtuvo la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
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