Manifiesto Cogam-Arcópoli
Hoy 17 de mayo de 2012, conmemoramos, una vez más, el Día
Internacional contra la homofobia, la lesbofobia, la transfobia y la bifobia.
Es ésta una fecha de especial trascendencia para nuestro colectivo, pues en
ella recordamos que hace 22 años la Organización Mundial de la Salud dejó de
considerar que la homosexualidad era una enfermedad.
No obstante, precisamente
hoy debemos recordar también que aún seguimos luchando para que esta misma
organización deje de considerar la transexualidad como una enfermedad. Tenemos
que decirlo alto y claro: LAS PERSONAS
TRANSEXUALES NO SON ENFERMAS, por lo que se les debe dejar de considerar
así. Seguimos reivindicando pues, la DESPATOLOGIZACIÓN DE LA TRANSEXUALIDAD.
Leyes recientes como la
Argentina, que no considera necesario ni un diagnóstico psicológico de disforia
de género ni ningún tiempo de tratamiento hormonal para poder acceder al cambio
registral, realizando un tratamiento no patologizante de la transexualidad,
tienen que ser el espejo donde nuestras Cortes Generales se miren y tomen
ejemplo.
En un día como éste,
tampoco podemos dejar pasar la oportunidad de volver a recordar a todas las personas que han sufrido agresiones,
verbales o físicas, por su orientación sexual o identidad de género en todo el
mundo. Deseamos mostrar toda nuestra solidaridad y apoyo a todas ellas,
algunas de las cuales, incluso, perdieron la vida,
como Agnes Torres, en
México; Daniel Zamudio, en Chile; o el hondureño Alejandro Martínez, asesinado
el pasado 7 de mayo. Al mismo tiempo, queremos manifestar nuestra más absoluta
condena a dichas agresiones y a sus autores, tanto directos como indirectos,
pues todos ellos, desde la acción directa o la incitación al odio, son
representantes de los más bajos y ruines instintos humanos.
Son muchas las
reivindicaciones que tenemos que plantear en un día como el de hoy. Y es que
aunque creamos que hemos avanzado mucho, cosa que, sin duda, es verdad, gracias
a la lucha de miles y miles de activistas a lo largo de todo el planeta, lo
cierto es que aún nos queda un largo camino por recorrer, hasta que logremos
alcanzar en la sociedad el lugar al que tenemos derecho y al que nunca vamos a
renunciar.
Las lesbianas, los gays,
las personas transexuales y las bisexuales, hoy, 17 de mayo, alzamos la voz y:
· Condenamos sin paliativos a los
Gobiernos de aquellos países en los que las prácticas homosexuales, bisexuales
o transexuales se consideran delito, estando, incluso,
sancionadas, en algunos de ellos, con la pena de muerte o la privación de
libertad. Al mismo tiempo, exigimos a nuestro Gobierno que condicione la ayuda
al desarrollo al respeto a los derechos fundamentales en los Estados
destinatarios de las mismas.
· Rechazamos, en nuestro país, el
vergonzoso recurso de inconstitucionalidad del Partido Popular contra la ley de
reforma del Código Civil que permite el Matrimonio Igualitario.
Exigimos, en este sentido, al Gobierno de la Nación y al propio Partido Popular
que dejen de confundir a la sociedad y, si así lo creen, manifiesten
públicamente su opinión favorable a la constitucionalidad del matrimonio entre
personas del mismo sexo, tal y como ya lo han hecho más de 80 Catedráticos y
Profesores de Derecho Constitucional de Universidades de toda España.
Al mismo
tiempo, recordamos que seguimos aguardando, cada vez con más impaciencia, que
el Tribunal Constitucional dicte, por fin, sentencia respecto al mencionado
recurso, pues nuestras familias llevan ya 7 años soportando una implacable
espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas, que impide que nuestro proyecto
de vida pueda desarrollarse con normalidad.
Pero hoy, 17 de mayo de
2012, tenemos mucho más que reivindicar, porque hoy toda la ciudadanía están
sufriendo el mayor recorte en derechos
de nuestra democracia. Asumimos, lógicamente, el contexto de crisis
económica en que nos encontramos, pero entendemos que también en momentos como
el actual tomar decisiones políticas significa priorizar entre opciones
diversas. Y, a este respecto, no podemos sino mostrar nuestro más absoluto
desacuerdo con muchas de las decisiones adoptadas por el actual Gobierno.
Así, exigimos que la asignatura de Educación para la Ciudadanía
se mantenga en el currículo escolar, pues la misma está destinada a educar a
nuestra juventud en valores democráticos que creemos esenciales, como el
respeto a la diversidad y, en general, a los derechos humanos, que por ser
tales, nos pertenecen a todas y todos, con independencia de cuál sea nuestra
orientación sexual o identidad de género.
Entendemos, asimismo, que es
inadmisible que nuestras y nuestros adolescentes
LGTB sigan sufriendo en sus propias carnes la homofobia, la lesbofobia, la
transfobia, o la bifobia, y que la presión insoportable a que se ven por ello
sometidos haga que, en muchos casos, su vida sea un verdadero infierno, hasta
el punto de que, en ocasiones, no encuentren otra salida que el suicidio.
Nuestro sistema educativo debe servir también para proteger a todas y todos los
adolescentes de igual manera, siendo una asignatura como Educación para la Ciudadanía
la que mejor puede contribuir a ello.
Si no educamos en valores,
si no trabajamos para que las nuevas generaciones interioricen el respeto a la
diversidad como un principio básico para la convivencia pacífica,
inevitablemente seguiremos perpetuando un mundo en el que la homofobia, la
lesbofobia, la transfobia y la bifobia continuarán campando a sus anchas,
cobrándose víctimas inocentes.
Y si hablamos de recorte
de derechos, tenemos también que alzar la voz para denunciar los gravísimos
ataques de que está siendo objeto la sanidad
pública.
El colectivo LGTB se ve
muy afectado en cuanto a recortes sanitarios se refiere.
Las personas transexuales
ven como sistemáticamente se les cuestiona el acceso gratuito a los
tratamientos que como ciudadanas y ciudadanos requieren en su proceso
transexualizador. El enfoque frívolo que hace el Gobierno de las personas
transexuales perpetúa una situación de discriminación y estigma que es
intolerable en una sociedad como la española.
Y que decir del acceso a
los sistemas de fecundación asistida. Las mujeres, lesbianas y bisexuales,
sufren un ataque constante a su derecho a la maternidad. Si ya hasta ahora han
sido frecuentes las excusas utilizadas para limitar su derecho a la
reproducción asistida en el sistema sanitario público, la aplicación de los
recortes va a hacerlo materialmente imposible.
Otro importantísimo efecto
de los recortes sanitarios en el colectivo LGTB es el que se refiere al
VIH/Sida. A tal efecto, denunciamos la muerte en vida del Plan Nacional del Sida, lo que va a suponer retroceder en la
prevención del VIH a décadas que creíamos olvidadas. La lucha contra el estigma
y la discriminación se va a ver muy afectada, al privarla de los recursos que
la mantienen. Y porque en el colectivo LGTB somos muy conscientes de las
consecuencias, devastadoras, que ello va a tener a medio y largo plazo sobre la
salud de nuestra población, es por lo que hacemos un llamamiento urgente a las
autoridades para que mantengan la vigencia y dotación de un Plan que tan buenos
resultados venía arrojando.
Por otro lado, denunciamos
la práctica condena a muerte que va a suponer para miles de inmigrantes ilegales el hecho de que se
les prive del acceso a la atención primaria, puesto que van a perder la
posibilidad de ser tratados como el resto de la población por enfermedades como
el cáncer, el sida, etc.
Rechazamos la creación de
un sistema sanitario de beneficencia y una atención sanitaria de segunda clase.
Las ONG´s no podemos ni queremos ser cómplices de un ataque a los derechos
humanos de una parte de la ciudadanía. Frente a esta situación sólo hay una
solución posible: TARJETA SANITARIA PARA TODAS Y TODOS.
Denunciamos, asimismo, que
las y los pacientes tengan que asumir económicamente parte de su tratamiento,
pues ello puede llevar a que muchos, por escasez de recursos, dejen de
beneficiarse de él. Que una persona enferma crónica o que necesite mucha
medicación, tenga que asumir sus costes, es un verdadero ataque al estado del
bienestar que tanto nos costó levantar.
No se puede abandonar a su
suerte a una persona afectada por una enfermedad, sea cual sea su situación
legal. Todas y todos los que viven en este país merecen ser tratados con igual
dignidad en los aspectos básicos de la vida, entre los que, sin duda, se encuentra
la asistencia sanitaria. Es esto lo
que diferencia a un país “decente” de otro que no lo es. Y queremos que el
nuestro lo sea.
Hoy, 17 de mayo de 2012,
Día Internacional contra la LGTBfobia, las lesbianas, gays, transexuales y
bisexuales queremos recordar de dónde venimos y en qué momento nos encontramos,
al tiempo que queremos despejar toda duda sobre nuestro futuro: No estamos dispuestos a dar ni un solo paso
atrás en el reconocimiento y efectividad de nuestros derechos. Pero tampoco
estamos dispuestos a olvidarnos de todas y todos aquellos, que aun no siendo
parte de nuestro colectivo, atraviesan momentos muy difíciles, como
consecuencia de los brutales recortes del Estado bienestar que estamos
padeciendo. Por eso, hoy, queremos reivindicar la igualdad de todas y todos y la solidaridad
entre todos y todas, con independencia de nuestro nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión, orientación sexual o identidad de género.
¡¡¡FELIZ DÍA contra la HOMOFOBIA, la LESBOFOBIA, la TRANSFOBIA y la
BIFOBIA!!!
Madrid,
17 de mayo de 2012
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