«Ella es una chica que se dedica a ello. Es una dama de compañía que sale a cenar, a tomar una copa, que te acompaña durante una noche... La idea de la rifa es de ella, que ofrece todo su consentimiento. Por supuesto. Es que si no es así, no se puede hacer nada de esto», responde en el primer segundo de la conversación para justificar la iniciativa. «Es la primera vez que lo hacemos», prosigue. «Pero lo que se sortea es...», le cuestiona el periodista. «No, obviamente que no. Eso depende de la persona a la que le toque y de la chica»... Aunque el límite del premio no quede demasiado claro si uno ve el cartel.
Cada boleto cuesta veinte euros. Dicen que han vendido ya «varias» papeletas, aunque no concretan el número. Sin embargo, en uno de los puntos de venta, confirman que el cartel ha dado más conversaciones que euros. De hecho, ni uno. «Es que nadie se atreve a comprar una papeleta para eso. Todo el mundo viene y nos pregunta por el cartel, pero no compran». En un disco bar de Laredo, en un restaurante latino de Anero y en una peluquería y en un locutorio de Santander. Ahí se pueden comprar, según pone en el anuncio.
Más información, en la web de El diario montañés
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